Nuestro huerto:
Sembrar Rábanos:
Tipo de Tierra Los rábanos prefieren un suelo mojado y rico en nutrientes. Incorporar compost a la tierra donde los vamos a plantar es lo ideal. Al igual que la mayoría de las plantas pertenencientes a las crucíferas, no les gustan los suelos ácidos. Si tu suelo es ácido, debes ponerle cal a la tierra.
Germinación Los rábanos los podemos plantar desde el inicio de la primavera hasta fines del otoño. La idea es plantar pocos, cada 15 días, de esta forma se tendrán rábanos frescos por toda la temporada.
En un huerto las semillas grandes y negras se despositan en surcos, separadas por unos 5 cm la una de la otra. Si se tiene más de un surco de rábanos en el huerto, se deben separar entre sí, también por 5 cm. Si plantamos en maceteros, necesitamos maceteros que tengan una profundidad mínima de 15 cm y al menos el volúmen de 1 Litro, esto para lograr el deseado desarrollo del rábano. Si queremos plantar más rábanos en un macetero le damos a cada semilla una separación de 5 cm en relación a las otras y debemos fijarnos que nuestro macetero tenga el volumen necesario por la cantidad de rabanos. Ej: 1 rabano , 1 Litro, 2 rabanos; 2 litros y así para más rabanos.
Exposición al Sol A los rábanos les gusta el sol, pero pueden tolerar con mucha efectividad la falta de éste. Se les puede poner en un lugar que reciba a lo menos 4 horas de sol directo y podrán desarrollarse bien.
Riego – Agua Los rábanos son más sensibles a la falta de riego que otros vegetales de raíz. Es por esto que hay que tener especial cuidado de que la tierra esté siempre húmeda. (No un charcho de Barro).
Recolección Los sacamos del suelo en el instante en que los vamos a comer. Si se tienen demasiados rábanos los regalamos o hacemos algo con ellos. Nunca se deben dejar crecer por mucho tiempo, dado que se vuelven duros y correosos o pueden semillar, y en ambos casos el rábano no tendrá muy buen sabor.
Sembrar lechugas:
Perfectamente podríamos decir que se puede plantar una lechuga en cualquier
maceta mayor a los 20 centímetros.
Cuidados: No es una planta que
nos exija estar muy encima. Prácticamente no tiene plagas, en mi experiencia,
sólo puedo comentar que alguna vez que aparecieron pulgones, pero nada más y
sin mayores problemas.
Lo único que debemos cuidar es que no le falte agua, sobre
todo en épocas de calor. Para saber cuándo regar, debemos recordar la
recomendación básica de tocar la tierra y ver si está húmeda o no. En el caso
de la lechuga, suele convenir riegos cortos y frecuentes, los cuales además
favorecen el crecimiento de las hojas.
Una vez que la planta ya está bien formada, es impresionante
cómo crece.
La otra ventaja está en la forma en que podemos cosecharla.
Si bien podemos cortar la planta entera, cortando la base del tallo con un
cuchillo filoso y tener u producto igual al comprado en la verdulería –mejor
dicho mejor, porque será orgánico, más sano, más gustoso y de mejor color-; lo
interesante es ir cortándole hojas cuando vayamos necesitando y así la planta
continuará creciendo (la planta no suele resentirse por la poda).
Si tenemos más de una planta, podemos hacer esto de manera
más escalonada y lograr un buen abastecimiento durante todo el año. También
conviene planificar siembras escalonadas.
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